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el manómetro en un purificador de agua es un dispositivo de monitoreo esencial, que se utiliza principalmente para rastrear los cambios de presión del agua en tuberías y sistemas de filtración, asegurando un funcionamiento normal. Durante el uso prolongado, los manómetros pueden presentar desviaciones, lo que afecta la precisión del monitoreo y la eficiencia general del purificador. Comprender las causas de la deriva y los métodos de calibración adecuados es crucial para mantener el rendimiento del purificador y prolongar su vida útil.
La deriva del manómetro se refiere a una desviación o fluctuación en la lectura del manómetro en comparación con la presión real. Los síntomas incluyen que el puntero no regresa a cero, lecturas inestables o desviaciones a largo plazo demasiado altas o demasiado bajas. La deriva a menudo es causada por el envejecimiento del material, el desgaste mecánico, la corrosión por la calidad del agua o una instalación incorrecta. La exposición prolongada al flujo de agua y a las impurezas puede fatigar componentes sensibles como resortes o diafragmas, provocando respuestas retrasadas o inexactas del puntero. El agua dura o el agua que contiene partículas puede depositar incrustaciones dentro del medidor, alterando la tensión del resorte o la elasticidad del elemento sensor y provocando deriva.
Las lecturas inexactas pueden afectar significativamente las decisiones de monitoreo y mantenimiento. La deriva puede retrasar el reemplazo del filtro o provocar un reemplazo prematuro y, en casos graves, provocar una sobrecarga de la bomba o daños a las membranas de ósmosis inversa. La calibración periódica restablece la precisión del manómetro, lo que garantiza que el sistema de purificación de agua funcione de forma segura dentro del rango de presión designado. La calibración también extiende la vida útil del medidor, reduce los costos de mantenimiento y mejora la experiencia general del usuario.
Antes de la calibración, es esencial preparar una fuente de presión estándar, herramientas de calibración y equipo de seguridad. Las fuentes de presión estándar suelen incluir dispositivos hidráulicos o neumáticos ajustables que proporcionan una presión estable y controlable. Las herramientas de calibración pueden incluir un calibrador de presión, un destornillador, anillos de sellado y guantes protectores. Inspeccione el medidor en busca de daños visibles o fugas en las conexiones. Siga estrictamente las pautas de seguridad del fabricante durante la operación para evitar lesiones causadas por agua o aire a alta presión.
La calibración generalmente implica un ajuste del punto cero, un ajuste de escala completa y una comparación de puntos intermedios. Primero, asegúrese de que el puntero del manómetro apunte con precisión a cero cuando no se aplique presión. Si se desvía, utilice el tornillo de ajuste fino para corregirlo. A continuación, aplique presión a escala completa utilizando la fuente estándar y verifique si la lectura coincide con el valor estándar. Si existe una discrepancia, ajuste la posición del puntero o la tensión del resorte de acuerdo con las instrucciones del fabricante. La calibración del punto intermedio se puede realizar utilizando un método de presión multipunto para garantizar la precisión en todo el rango de presión. Después de la calibración, registre los resultados y las desviaciones para seguimiento y análisis futuros.
La calibración no es un procedimiento único, sino que debe combinarse con un mantenimiento regular. Dependiendo de la calidad del agua y la frecuencia de uso, las comprobaciones de precisión y la calibración deben realizarse cada 6 a 12 meses. Proteja el medidor contra golpes de ariete, vibraciones y altas temperaturas. Limpie las conexiones del medidor y las tuberías para evitar incrustaciones o corrosión que puedan provocar deriva. Si es necesario, instale carcasas protectoras o amortiguadores para minimizar las pulsaciones del flujo de agua, extendiendo aún más la vida útil del medidor.